La dualidad de la vida y el ser humano

La vida en sí misma es dual. Todo tiene su contraparte, bueno-malo, flaco-gordo, hombre-mujer, bonito-feo, yin-yang, sol-luna, etc.

La dualidad es la representación de distintas características sobre una misma situación. Ésta no aplica solo al hombre como ser integral y su entorno, sino que va más allá. Incluso, hasta en un nivel planetario.

Imaginen solo por un instante qué pasaría si el sol no saliera, o que no tuviéramos luna. No tendríamos ni disfrutáramos de la vida tal cual la conocemos, porque estaríamos en total desequilibrio.

En el momento que reconocemos que somos seres muy buenos, pero también somos muy malos, se da un cruce entre ambas partes y es ahí donde nace la integración. Mejor conocida como dualismo.

De esa integración, o dualismo, nace el amor. No importa de qué lado te encuentres: Te miro, te reconozco, te integro. Y al hacerlo nace el amor más puro y hermoso, del que también emerge el equilibrio y el respeto, aceptando que soy producto de una dupla.

Al alcanzar este nivel de consciencia, basado en el reconocimiento, se llega al punto de convivir con la otra parte sin excluirla y convertirla en nuestra aliada. Un ejemplo simple: decido ser buena, pero sé y reconozco en mí esa parte mala. Al reconocerla y tenerla presente logro sentir el equilibrio. Esto me permitirá no sentir dolor si estoy vibrando en frecuencia positiva o negativa con cualquier situación, porque estoy en equilibrio y me doy el permiso de transitar por esas dos polaridades, integrándolas y sacando lo mejor de ambas.

Cuando logras verte como un ser único y maravilloso desde el amor y no desde el reproche, simplemente es liberador. Ese sentimiento es 100 % tangible.

¿Qué significa esto? Que eres un ser humano. Puedes llorar, molestarte, reír y pasearte por todos tus estados anímicos sin ningún sentimiento de culpa o desequilibrio.

En el momento que reconoces tu dualidad sientes una liberación importante, porque te das el permiso de decidir de qué lado estar, y que cuando pasas al otro lado (aunque sea por un instante) no pasa nada.

¿Cómo reconocer esa dualidad? Solo tú a través de la consciencia. Una vez que sepas reconocer actitudes, estímulos o detonantes que muestren esa otra parte de ti, podrás verlo, reconocerlo e integrarlo.

Para sentir es importante dejar de lado la resistencia y darse el permiso para la apertura, abriéndonos completamente a la transformación, la prosperidad infinita y bendiciones. El mayor beneficio es la obtención de paz y la tranquilidad mediante las cuales alcanzarás un estado prolongado de felicidad.

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