Somos como la cebolla

¿Cuantos de nosotros hemos escuchado y leído la analogía que tenemos con la cebolla y muchos se preguntaran que tiene que ver eso con uno mismo?.

Como hemos podido corroborar la cebolla está llena de capas, la superficial que es la que se ve externamente y la más profunda que es la que llega al corazón.

A veces vivimos en función de lo que muestro en esa capa de afuera, sin tomar en cuenta que no solo soy lo que puedo mostrar físicamente, sino que soy muchísimo más profundo y sé que hurgar e ir mas allá da miedo porque no sabemos lo que te puedas encontrar, pero para saber si realmente estas sano física, metal y emocionalmente debes comprometerte hacer ese camino hacia el corazón.

Es un camino largo y profundo, es decir, no vas a llegar de un día para otro, es vivir cada capa, amarla, aceptarla y transformarla para poder seguir avanzando.

No puedo ir a mi próxima capa hasta que yo no haya visto, vivido y comprometido con todo lo relativo a esa capa que me está tocando vivir.

Por eso el ejemplo de la cebolla me encanta, porque es una analogía extraordinaria, ahora bien, a cuantos de ustedes les ha tocado cortar una cebolla por la mitad y descubrir que ese corazón está podrido?  Qué será que nos estará enseñando la cebolla mostrándonos que cuando te pudres lo haces desde adentro, es decir, puedo mostrar una apariencia externa hermosa y cuando me abren estoy podrida?.

Generalmente qué hago cuando me consigo con un corazón de cebolla podrido, lo limpio y veo que puedo recuperar y si no busco otra cebolla a ver como esta.

Nosotros los seres humanos por distintas razones, que no vienen al caso explicar ahora, somos como la cebolla, aparentamos estar perfectos por fuera con una hermosa presencia pero cuando nos parten por la mitad vemos que estamos podridos por dentro, y que hacer en esos casos? Tal como les explique en la parte de arriba, si sabes que estas podrido por dentro, debes comenzar a hacer el trabajo de purificación de tu alma y espíritu y tienes que verificar muy bien si eso que está podrido se pueda renovar, de lo contrario, te tocara hacer como el ave fénix, resurgir de las cenizas, dejando absolutamente todo atrás, eso significa que te dispones a comenzar de cero, cero lastres, cero costumbres y el cero más importante, zona de confort.

Para poder hacer un buen trabajo debes comprometerte con la persona más importante de tu vida que eres tú mismo y eso significa que al hacerte responsable comienza un camino lleno de obstáculos, retos, desafíos pero que todos serán superados si tú así lo decides.

El único viaje que vale la pena recorrer es el del corazón, alimentar esa alma con experiencias llenas de amor y gratitud y vivir esta experiencia humana de esa manera te garantizara un despertar de conciencia  optimo que te ayudara a subir un escalón en tu evolución, que al final es lo único que realmente te vas a llevar el día que te toque pasar de plano, mejor conocido, morir.

El día que nos demos cuenta que ¿para qué matarse tanto tratando de construir imperios y castillos aquí en la tierra y saber que cuando te toque partir todo se quedara aquí? En cambio de dejar la vida tras una fortuna, casa, carro y cuanta cosa existe en la sociedad, ocúpate de ese camino al corazón que de seguro te llenara de experiencias únicas y maravillosas y lo más importante te harán ser ese ser humano que dejara huella con su ejemplo durante su transcurrir por esta experiencia llama vida.

Atrévete a ser esa cebolla pulcra por dentro y por fuera, te garantizo que valdrá la pena hacer ese cambio en ti.

Laura Lombardini.

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